miércoles, 30 de mayo de 2012

Presentación de Agradecimientos: así fue.



Podría ser una película del manifiesto Dogma. Sobre todo por su sinceridad (no por el tembleque de la cámara: eso es así, y punto; ni por el sonido: el que llegaba, más o menos). Porque cuanto hay grabado en estos vídeos, se dijo. No tiene lugar el recuerdo transformador en un testimonio audiovisual, ni la cosecha propia: todo está ahí, tal cual fue dicho y escuchado, y visto y mostrado. Y esa es la sorpresa. Nos parecía magnífico el grupo; las intervenciones, fantásticas, ponderadas, acordes con cada participante, con cada aspecto que, sin apenas acuerdo (ninguno, que yo sepa), trataron por separado y sin pisarse el trío de oradores. Presentados por un editor tan discreto (otra maravilla poco habitual) que no aparece en el vídeo, aunque adivinamos su voz en off en algún momento.